miércoles, 26 de mayo de 2010

TWO LOVERS



Director: James Gray

Reparto: Joaquin Phoenix, Gwyneth Paltrow, Vinessa Shaw, Isabella Rosellini, Elias Koteas, Moni Moshonov

Año: 2008



Puntuación: 6,5

         Los problemas emocionales hacen que Leonard vuelva al hogar de su infancia, la casa de sus padres en Brooklyn, para intentar mejorar su estado, y ayudar a su padre en el negocio. Allí comenzará a relacionarse con 2 mujeres, por una parte Michelle, su vecina, una caótica y atractiva rubia; y por otra Sandra, la hija del socio de su padre, una chica hermosa de trato dulce. Leonard deberá decidir si se deja llevar por la obsesión y la pasíon, o bien por la dulzura, el cariño y la ternura.

        James Gray es uno de los directores llamados a renovar el plantel de directores americanos de hoy en día. Tras una serie de notables cintas de cine negro, como la magnífica "la noche es nuestra", ahora nos sorprende con una drama amoroso que, lejos de ser la típica historia de caprichos amorosos, resulta ser un entramado emocional complejo, caracterizando de forma bastante minuciosa la obsesión y la ceguera por una parte, y la necesidad y la comodidad en la otra, en las dos caras de una misma moneda. Describe, bajo una atmósfera sobria y oscura, los delirios amorosos de una mente trastornada.

        Joaquin Phoenix es un actor habilidoso. Lo hemos visto muchas veces bajo la piel de personajes de gran complejidad emocional, con traumas y adicciones, asi como fustraciones variadas (Cómodo en "Gladiator", o Johnny Cash en "En la cuerda floja"). En este caso, el personaje muestra un enorme repertorio emocional, con momentos de gran tristeza, como de gran alegría, pasando por instantes de gracia u otros de liberación de rabia contenida. Así, la habilidad de Joaquin Phoenix para expresar a la perfección cada uno de los rincones emocionales de su personaje es altamente notable.

       También hay que destacar el trabajo de Gwyneth Paltrow, mujer de rostro angelical, que mientras que en otros papeles se muestra algo carente de emociones, aquí aparece pletórica, mostrando a una mujer inestable y caótica, imposible de dominar. Algo difícil de imaginar hasta ahora en un rostro tan sereno y tranquilo.

      Al final nos queda una película entretenida, de planteamiento interesante, y de ambientación diferente para el género, con buen sabor de boca final, y sin sensación de malgasto de tiempo y lágrimas en una basura. Una película con todo lo bueno de los dramas amorosos, sin ninguna de sus desventajas.

      

jueves, 20 de mayo de 2010

LA FIERA DE MI NIÑA (Bringing Up Baby)



Director: Howard Hawks

Reparto: Cary Grant, katherine Hepburn, Charles Ruggles, May Robson, Walter Caltett.

Año: 1938


Puntuación: 8/10


     Un Paleontólogo tímido y despistado está a punto de acabar uno de sus mayores proyectos, la reconstrucción del esqueleto de un brontosaurio, ayudado por su futura esposa, la cual pretende convertir su matrimonio en una seria dedicación al trabajo, sin perder el tiempo en otros compromisos matrimoniales más típicos. Durante una reunión con el futuro mecenas del museo, conoce casualmente a una joven intrépida y adinerada, que se encapricha por él, de forma que acaba metiéndolo poco a poco en un lío tras otro, entre los que entra ayudarla a cuidar del leopardo que le ha mandado su hermano, llamado "Baby".

     Cary Grant, uno de los más míticos galanes del cine clásico, siempre ha destacado en el género de la comedia de forma extraordinaria. Su desternillante interpretación en "Arsénico por compasión", o las expresiones faciales en determinadas escenas de "Con la muerte en los talones" (como cuando baja la colina conduciendo drogado) son solo algunas muestras que nos ha dejado de su talento. En esta ocasión, nos presenta a un humilde y tímido científico, fácil de convencer y de meter en líos, el cual solo intenta llevar a cabo sus pequeños objetivos para alcanzar la estabilidad. Sin embargo, el excelente guión de la película no le da ni un minuto de respiro, dando lugar a un continuo despliegue de expresiones de sorpresa y sobresalto que mantienen la sonrisa del espectador en apogeo.

     El acompañamiento perfecto lo proporciona una joven y bellísima katherine Hepburn, en este caso una niña rica adinerada, que comienza a relacionarse con nuestro protagonista por tropiezo, y acaba engatusándolo por capricho en las más delirantes historias. Una representación espléndida de la mujer inocente y pícara, seductora por sonrisa, capaz, como se ve en la película, de llevar al hombre más cuerdo hasta la locura.

    Y con todos estos ingredientes, podemos estar seguros de que con un cocinero como Howard Hawks el menú nos va a resultar delicioso. El guión no deja de brillar con exquisitas frases y elegante humor, envuelto todo en situaciones que parten de lo cotidiano, pero que hacen de él como si un día cualquiera de alquien de lo más normal pudiera ser una aventura a la altura de Ulises.

    Un clásico de esos que no mueren nunca.

miércoles, 12 de mayo de 2010

LAS UVAS DE LA IRA (The Grapes of Wrath)



Director: John Ford

Reparto: Henry Fonda, Jane Darwell, John Carradine, Charley Grapewin, Dorris Bowdon


Año: 1940


Puntuación: 8,5/10

      Henry Fonda encarna a Tom Joad, y tipo humilde que acaba de salir de la cárcel, y regresa junto a su familia, a sus campos arrendados en Oklahoma, pero cuando vuelve descubre que la crisis que azota el país a acabado con su familia desahuciada. Tras reunirse con su gente en casa de su tío, toda la familia emprende un viaje agónico en un camión precario hasta la tierra donde prometen trabajo, California.

     La gran depresión provocó durante los años 30 una gran quiebra mundial, dejando en EE.UU. una altísima tasa de paro, afectando intensamente a las zonas rurales, debido a la gran caída de los precios de las cosechas. Así, con este catastrófico plantel, John Ford nos presenta la adaptación cinematográfica de la novela de John Steinbeck, un periplo de pobreza en pobreza, de miseria en miseria, sin más motivación que la familia y el levantarse vivo cada día. 

     A la hambruna y la falta de todo se le une la crueldad y la pseudo esclavitud a la que se ven sometidos los pobres peones por aquellos, que sin escrúpulos, hacen de la decadencia una ventaja, pagando nada por un trabajo tortuoso e inhumano. La ley no los ayuda, sometidos los cargos de seguridad a la exclusividad de cada ciudad, villa o pueblo, donde los terratenientes mandan, donde los ricos compran su ley y la vida de los demás.

     Las familias enteras se ven obligadas a emigrar de los campos, abandonando sus tierras alquiladas, obligados a buscar trabajo  en latifundios donde no tienen que someterse a los gastos de mantenimiento de los campos ni la casa. De esta forma, la familia Joad va presenciando la tragedia humana a través de su viaje, de los lugares donde acampan, de los sitios donde trabajan. La unidad familiar es lo único que les queda, viendo como otros acaban vendiendo su moral por mantener a los suyos, los Joad luchan en este relato por mantenerse unidos y salir adelante en aquel tiempo tormentoso que fue la gran depresión.

     Nos acompaña un gran guión, con una gran interpretación de Jane Darwell (ganadora del oscar a la mejor actriz secundaria), y un carismático Henry Fonda, cuyo personaje se va desmoronando moralmente a lo largo de las historia, trastornado por las desgracias presenciadas, viendo como sus seres cercanos se mueren, percatándose poco a poco de que el levantamiento acabará por ser la única salvación. Grandes frases, de aires revolucionarios, acaban matizando el diálogo, y la historia acaba casi como empieza, solo con un ligero toque de esperanza para un gran número de gente que lo tuvo realmente jodido.

    " Nunca podrán con nosotros, porque nosotros somos la gente..."

   

jueves, 6 de mayo de 2010

EL CONDUCTOR (The driver)



Director: Walter Hill

Reparto: Ryan O'Neal, Bruce Dem, Isabelle Adjani, Ronee Blakley, Felice Orlandi, Matt Clark.

Año: 1978


Puntuación: 6,5/10


        Un conductor, conocido como "el Cowboy", es la obsesión de un detective de la policía y su brigada, quienes llevan mucho tiempo persiguiéndole. El "Cowboy" trabaja como conductor para escapadas de atracos, considerado el mejor, y siempre meticuloso en sus métodos y exigente en la contratación de sus servicios, ahora deberá hacer frente a la trampa que el detective le ha puesto en su camino.

        Las "road movies" ya  no tienen el significado de antes en la actualidad. Con la franquicia de "the fast and the furious" como mayor estandarte, la esencia del género se ha tornado comercial, de espectáculares efectos especiales, coches imposibles, mujeres despampanantes (lo cual no está mal), y guiones secos y predecibles, satisfactorios solo para los días muy aburridos, llenos, eso sí, de "tunning", mucho "tunning". 

      Lejos quedaron películas como "Bullitt", en la cual Steve McQueen marco un hito en la historia del cine, con escenas impresionantes sobre las inclinadas calles de San Francisco, con aquellos hermosos coches americanos de los 60 y 70. Como esa podríamos recordar muchas otras con grandes persecuciones, como la que realiza Gene Hackman por debajo de las vías del tren en "French connetion", o los asombrosos tramos que se pueden ver en "Ronin". De entre ellas, siguiendo esta esencia, apareció a finales de los 70 "Driver", una de las primeras películas de Walter Hill. 

      En este caso, Ryan O'Neal interpreta a un duro y habilidoso conductor de alquiler, escueto en palabras, expresivo en gestos, es un hombre solitario de vida irregular, sin casa ni familia. Sin decir demasiadas palabras en toda la película, de guión en general pasable pero no genial, el protagonista nos hace participar de persecuciones trepidantes, bajo una ambientación nocturna, sintiendo la ciudad y su ruido, el coche y su motor, la carretera y sus curvas. Coches de una época pasada, sin arreglos quiméricos, ni acrobacias imposibles, siempre a una distancia palpable por el ser humano. 

      Con notable emoción, asistimos a una historia de la vieja escuela de los 70, sin historias complicadas, con revólveres de gran calibre, y contundentes personajes. Una buena muestra de un género que hace tiempo que se dejó de practicar.
    

domingo, 2 de mayo de 2010

AL FINAL DE LA ESCAPADA (A bout de souffle)



Director: Jean-Luc Godard

Reparto: Jean-Paul Belmondo, Jean Seberg, Henri-Jacques Huert, Roger Hanin.

Año: 1960


Puntuación: 6/10





         Un hombre llamado Michel roba un coche en Marsella y se dirige a París. Por el camino tiene un accidente, y casualmente asesina a un policia con un revolver que había en el coche. Al llegar a París, busca a Patricia, una chica americana que busca nuevas aspiraciones en Europa. Michel, enamorado de Patricia, intenta convencerla de que se vaya con él a Roma, mientras la policia le anda buscando por todo París.

        La "Nouvelle vague" fué un movimiento del cine francés, surgido a finales de los 50, y que se fué puliendo hasta más de la mitad de los años 60. Directores como Truffaut, Godard, Rivette o Rohmer fueron claves durante esta época de esplendor y resurgir del cine francés. Dos de los máximos exponentes de esta "nueva ola" fueron "Los 400 golpes" de Truffaut, y  "Al final de la escapada" de Jean-Luc Godard.

       Ésta última, considerada como uno de los pilares básicos de aquel cine innovador, apuesta por un tono rápido y vivo, con cortes repentinos de cámara, transiciones rápidas, planos exagerados, y en general un tono dinámico y novedoso. Los personajes, de emociones contradictorias, parecen demostrar cierta indiferencia ante algunos hechos de notable importancia, mientras que otras emociones provocan en ellos cierta exageración de las formas y el comportamiento. Y al final todo queda en una patraña, con perdón a los devotos.

      El resultado es hacer una película de forma que el montaje se haga a lo loco, deformar el guión para obtener personajes vivaces, jóvenes y emocionalmente impactantes, y prolongar las escenas inútiles y acortar las importantes argumentalmente, para hacer parecer que es una película que intenta profundizar en ciertos temas existencialistas como el amor, la soledad, la madurez o cualquiera de esas movidas de siempre. Al final nos queda por supuesto un película de culto, supertransgresora, y, lo más importante, moderna. Todo con tal de ser modernos, y por supuesto, parisinos. Sinceramente, aquí un humilde señor, lo único que encuentra es una película aceptable, llena de snobismo francés.

       Sin haberme parecido la mejor película de la historia, me gustó más "los 400 golpes", menos pretenciosa y más enfocada a buscar al público y hacer hincapié en lo cotidiano, que era de lo que se suponía que trataba eso de Neorrealismo (a lo que pertenecía la "Nouvelle vague"); o también "Pickpocket" de Breson, un poco anterior a esta nueva tendencia. "Al final de la escapada" se queda al final en una entretenida película, que llama la atención, pero que no es mejor que otras películas de cine independiente como "Primer" o "Man from Earth", más llamativas en su argumento, e igual de influyentes en su narración.

       Una vanguardia que, para mí por ahora, me está decepcionando. Mucho ruido, pero poco contenido final.