miércoles, 22 de diciembre de 2010

WHEN YOU'RE STRANGE





 Director: Tom DiCillo 

Reparto: DOCUMENTAL (Jim Morrison, Ray Manzarek, Robby Kreiger, John Desmore)



Año: 2009





Puntuación: 8/10









       Documental sobre el grupo de rock de los 60 The Doors, que va desde la formación del grupo mediante el encuentro entre Morrison y Manzarek en la universidad, hasta la muerte de Jim Morrison en 1971 en París, tras un ataque al corazón. Narrado con voz en off por Jonny Depp, la película está formada íntegramente por fragmentos rodados durante el periodo activo de la banda hasta la muerte del cantante.
      Pocos grupos han sido tan polémicos y a la vez tan influyentes como el liderado por Jim Morrison. Altamente marcada por la falta de un bajo, su música se revela distinta, siniestra y a la vez juguetona, una explosión de blues psicodélico de letras ácidas y poéticas que supuso un giro totalmente diferente a las tendencias dominantes marcadas por la "British Invasion" lideradas por los Beatles o los Rolling Stones, caracterizadas por un espíritu liberador y alegre, de paz y amor; mientras que los Doors criticaban la caótica situación mundial vivida por aquel entonces, con letras deprimentes y crítica social.
    Pero además, la aparición de la banda supuso el descubrimiento de un personaje, de una marca, de un icono que trascendería más allá del tiempo y de la música: Jim Morrison. El excentrico cantante, fue la influencia para miles de jóvenes de la época, con un carisma inusualmente extraño para ser el centro de atención, sobre todo para alguien al que le costaba salir al escenario y ponerse cara al público. Ganándose la cámara con su aura diferente y su innegable atractivo físico, se cantante se atrevía con todo, se elegía su propia ropa y él mismo cuidaba su estética, sin cortarse un pelo a la hora de provocar al público o retar al orden establecido.
    Las imágenes nos revelan material conocido ya de antes con otras imágenes inéditas, que dan una visión más personal y cercana de cada una de los mienbros, más olvidados en acercamientos al grupo, y reflejando las cosas buenas y malas del carismático lider. El documental hace uso del poder de las imágenes para mostrarnos al Morrison que conectaba con el público, qeu divertía y se preocupaba por sus fans, y que era arropado por sus amigos de la banda. Pero también nos muestra su decadencia bajo las influencias del alcohol, cuando éste empezó a entrar en su vida y lo fue alejando más y más de los otros miembros del grupo.
      Sin declaraciones ni opiniones externas, el documental se limita a narrar lo ya sabido y escrito, con precisión y estilo del montaje, acompañado por supuesto de la excelentisima banda sonora formada por los temas míticos de la banda, muchos e ellos en directo, mostrándonos imágines míticas de emblemáticos conciertos de la banda en donde realizaron escenificaciones (Morrison era todo un showman) y actuaciones soberbias. Todo ello endulzado con la estupenda narración de Jonny Depp, de voz hipnótica y melodiosa. Una buena ocasión para conocer más de cerca la increíble trayectoria de este mítico grupo.

martes, 14 de diciembre de 2010

NETWORK (Un mundo implacable)






Director: Sidney Lumet

Reparto: William Holden, Faye Dunaway, Peter Finch, Robert Duvall, Ned Beatty, Wesley Addy, John Carpenter, Ed Crowley

Año: 1976

Puntuación: 9/10



Un veterano y carismático presentador de informativos es despedido cuando su programa pierde un gran número de espectadores. Después de haberle dedicado una parte muy importante de su vida esta noticia es cruel y lo deja hundido. Como despedida del programa y en su última intervención le dejan decir unas palabras para sus fieles oyentes, y en medio de esto suelta ante la cámara que en su última aparición televisiva se va a volar la tapa de los sesos delante del televisor, esta noticia causa un gran revuelo y todos creen que se ha vuelto loco.

Una productora sin ningún escrúpulo idea una nueva modalidad para el programa de nuestro protagonista (el que se vuelve loco), y lo convierte (en parte gracias a él) en una especie de profeta que dice verdades como puños ante la atónita expectación de los norteamericanos que lo miran al detalle. Pero claro, cuando no funcione, a la calle. La ley del espectáculo: todo lo que sube tiene que bajar.

Es una película para estar muy atentos, los diálogos son muy frescos, directos, punzantes, de un nivel muy alto, preciosistas, maravillosos. Se ven nítidas las relaciones entre los protagonistas (Duvall, Dunaway, Finch y Holden están inmensos), y los sentimientos de cada uno están aún mejor delineados si cabe. Un pincel de cerdas finas para pintar un óleo de sensaciones y de emociones impactante.

Como bagaje de la película, podemos hablar de cuatro importantísimos premios a esta lúcida y maravillosa crítica hacia el periodismo. Tres Oscar a sus intérpretes, uno para Faye Dunaway, otro para Peter Finch, otro para un secundario de lujo. Y el colofón: a mejor guión original. Pocas veces se dan galardones tan merecidos.

Otra película clásica pero con un tema muy ocurrente y actual para este mundo en que vivimos: hay que hacer de todo para vender, da igual a quien te lleves por delante o lo rastrero que tengas que ser. Solo vale una cosa por encima de todas: el éxito.

Les contaré algo: cuando un amigo me la propuse me dió mucha pereza, pero la puso igual (siempre me pregunta que quiero ver), pero acertó de pleno. Me enamoré de esta dura pero real montaña rusa de emociones. Larga vida al periodismo.

EL FUEGO Y LA PALABRA (Elmer Gantry)






Director: Richard Brooks


Reparto: Burt Lancaster, Jean Simmons, Shirley Jones, Arthur kennedy, Dean Jagger, Rex Ingram, Hugh Marlowe, Edward Andrews, Patti Page


Año: 1960




Puntuación: 8/10





         Un carismático vendedor ambulante, llamado Elmer Gantry, viaja de ciudad en ciudad usando su atractivo físico y sus increíbles habilidades de seducción y retórica para ganarse la vida como puede, arrastrándose de un sitio a otro. Un día asiste a un sermón de una prometedora y bella predicadora evangelista. Viendo que la profesión de predicador le va como anillo al dedo, se convierte al evangelismo y emprende una carrera arrolladora predicando sobre Dios y el demonio, convenciendo a todos de su fe. 




        La capacidad del habla llevaba a su máxima expresión no es un salto evolutivo hacia una mayor capacidad de comunicación, sino que es además un arma de dominio, de sometimiento y una herramienta indispensable para alcanzar el poder. La religión es un tema que si viene combinado de esta habilidad puede causar efectos devastadores en la actitud de la gente, capaz de hacerlos pasar de grandes pecadores a almas redimidas, de ser condenados al infierno a ser candidatos al paraíso. Jesucristo consiguió movilizar a gran parte de la humanidad y convencerla de su origen divino. Mahoma formó un imperio a base de hacer la guerra por el nombre del señor. Gente como ellos convencen hoy en día a otros hombres para que se inmolen, arrastrando todo al que puedan, atándose un montón de bombas al pecho por la promesa de un gran paraíso puro y virginal. Todavía recuerdo, no sin estremecerme, a los asustados niños del documental "Jesus camp: soldado de Dios", llorando tras los abominables sermones de sus instructores sobre el cristianismo evangélico, aprovechando el lavado de cerebro para inculcar ideas políticas de caracter muy conservador. Esas armas son las mismas con las que los personajes de esta historia intentan modificar las mentes de todos aquellos que asisten a sus eventos por todo el país, sobre todo en las zonas de campo donde la gente es más vulnerable, donde se pueden conseguir más "conversos".


       Pero al final, las buenas intenciones de algunos se convierten en oportunidades de negocio para otros, y el dinero lo acaba absorviendo todo, lo transforma, y la religión, las pequeñas y nobles creencias tradicionales que unos pocos iluminados quisieron plasmar en hermosos libros como La Biblia o el Corán, es trastocada en un esperpéntico circo para saciar el ansia de poder y dinero de unos pocos. Así se muestra en una de las escenas de la película, al entrar en desfile los protagonistas en las grandes ciudades, acompañados de payasos, mimos y demás miembros del espectáculo. La economía se acaba convirtiendo así en la única religión subyacente de todo este conjunto de grupos fanáticos. Así se lo explica perfectamente el jefe de su cadena a Willian Holden en esa magnífica película llamada "Network" sobre la mezquindad del mundo de la televisión.

       Para un humilde campesino, que poco conoce más hayá de su pequeña granja situada seguramente en medio de los bastos campos que componen la tremenda inmensidad del terreno de los Estados Unidos, debe ser imposible resistirse al encanto, seducción, carisma y atractivo de un elemento tan imponente como Elmer Gantry, interpretado aquí por un colosal Burt Lancaster (oscarizado por este papel). El corpulento actor absorbe la pantalla con sus enormes ojos y su gran mandíbula, mostrando una capacidad de convencimiento sin igual, capaz de sacarle de todo tipo de lios, solucionando todo tipo de impedimentos, una clase de tipo que consigue todo con sus sermones. La clase de retórica que ya les gustaría a muchos políticos.

      Richard Brooks nos muestra una vez más un diálogo atroz, una manufactura demoledora, una crítica dura y contundente sobre las costumbres religiosas y sus entresijos políticos, un relato sobre la devoción, el poder de la religión y la prensa, la credibilidad y la imposible impostura de la pureza.

viernes, 10 de diciembre de 2010

YAKUZA





Director: Sydney Pollack



Reparto: Robert Mitchun, Ken Takakura, Brain Keith, Keiko Kishi, Eiji Okada, Richard Jordan, Herb Edelman


Año: 1974



Puntuación: 8/10



       Henry Kilman vuelve a Japón después de 20 años, donde pasó una época de su vida durante la ocupación americana. Ahora, para poder ayudar a un viejo amigo a recuperar a su hija de las manos de una organización Yakuza, deberá recurrir a viejos conocidos, enfrentarse a fantasmas pasados, y atar viejos cabos sueltos.


      El pasado, un elemento tan inmaterial como relevante en nuestras vidas, vive dentro de nosotros en el lugar más misterioso y solitario de nuestra mente. Factor encadenante de numerosas tormentas, regresa en algún instante de nuestra existencia para mostrarnos quienes fuimos, lo que somos y en lo que podemos convertirnos. Muy adecuada es la máxima de Nietzsche sobre el eterno retorno para describir como las rencillas con uno mismo regresan en algún momento para enfrentarnos a ellas. 


     La soledad que implican los asuntos del pasado concuerda perfectamente con el misterio, exotismo y embrujo de un país como Japón, tan marcado en su hacer social por su pasado samurai, su presente afianzado y ejemplar, y su futuro moderno y expansionista. El país perfecto para que un tipo como Robert Mitchun vuelva a encontrarse con viejos amigos y antiguos problemas que el paso de los años no pudo hacer olvidar. Durante toda la película absorve la cámara como una esponja, con semblante serio y mirada profunda, haciendonos caer bajo el encanto de un desconocido poder de captación de atención.


     La descripción detallada del proceder de la Yakuza japonesa da pié a una elaborada trama de intriga que se teje entre códigos de honor, tradiciones y costumbres centenarias. Dirigida con maestría, las escenas fluyen con soltura, sin hacer un uso excesivo de la violencia pero sí el exigido, y la cámara nos lleva poco a poco por una entretenida y dura historia. Pero también es una historia de amistad, de honor y de cariño familiar, donde los personajes crecen en casa escena, donde cada uno tiene su propia batalla personal, donde los viejos amores también tienen sitio para el reencuentro.

jueves, 9 de diciembre de 2010

ALICE






Director: Woody Allen

Reparto: Mia Farrow, William Hurt, Alec Baldwin, Caroline Aaron, Joe Mantegna, Judy Davis, Blythe Danner

Año: 1990

Puntuación: 8,5/10




Nuestra protagonista, Alice (Mia Farrow), es una dama de la alta sociedad neoyorquina que en apariencia lo tiene todo: una vida perfecta sazonada con un marido rico y guapo, dos niños preciosos y todo lo que desee al alcance de su mano. Pero eso es en apariencia. Y ya saben que en el cine de Woody Allen nada es lo que parece. Es decir, ella es terriblemente desgraciada, y vive una vida anodina al lado de todo lo anteriormente mencionado.

Es una película hermosa que hace reflexionar sobre todos los temas importantes de la vida: amor, familia, dinero, problemas, pasado y presente. Y quizás con el más importante de ellos: el interior de cada uno. Es un terreno poco explorado, pero hay que ahondar en el, no hay más remedio si en verdad uno quiere estar no solo feliz, sino en paz consigo mismo. Ya saben: la paz del mundo empieza por la paz de cada uno. O algo por el estilo, no lo recuerdo al detalle.

Cada uno de esos temas es tratado en la película con una delicadeza, un humor y una crítica digna de un cirujano, por parte del director que te deja simplemente sobrecogido. Lo primero que piensas es que te puede pasar a tí, no necesitas pasear por la Quinta Avenida para sentirte como uno de los protagonistas de este delicada palícula.
Y lo mejor llega cuando se nos desvela como llega a conocerse tan bien la protagonista: a través de un curandero/brujo chino que le receta toda clase de drogas (el lo llama "hierbas naturales") para que nuestra atormentada protagonista vaya escalando hacia el verdadero yo de su persona.
Un ataque mordaz y duro hacia esos gurús de la sicología y de la psiquiatría que Allen tanto retrata en sus películas, que se jactan de saber todo sobre la difícil esencia del ser humano, pero a la hora de la verdad: nada.
Y este señor chino les enseña más a todos con unas frases que ellos al intentar releer a Sartre.

Me fascinó el papel de Mia Farrow como Alice, una mujer desolada y abrumada por vivir en una bola de cristal perfecta de la que no puede salir. Y su transformación a lo largo de la película. Saber convivir con uno mismo es muy difícil y ella lo logra. Y lo borda.
La banda sonora es de órdago y la fotografía está perfecta hasta el más mínimo detalle.
Y el guión es muy sobresaliente, casi rozando lo excelso, los giros son cada vez más provocadores y más cómicos. Literatura hecha arte.

Siempre se puede aprender algo y más si pasas un buen rato.
Larga vida a Woody Allen y feliz 75 cumpleaños.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

CAUTIVOS DEL MAL (The bad and the beautiful)


Director: Vicente Minnelli

Reparto: Kirk Douglas, Lana Turner, Walter Pidgeon, Dick Powell, Barry Sullivan, Gloria Grahame.

Año: 1952

Puntuación: 9,5/10





La película empieza con una llamada desde París de un tal Jonathan Shields, la llamada pasa por las manos de tres personajes: dos hombres y una mujer. Y la premisa es la siguiente: Jonathan Shields es un productor que quiere contar con ellos tres (actriz, director y guionista) para relanzar su carrera en el mundo del cine. Los tres le dicen que no. Un cuarto intenta hacerles cambiar de opinión y así rememorar su pasado al lado del productor. Así empiezan a recordar y da comienzo la aparición tortuosa del productor en sus vidas.

Nos encontramos ante una película maravillosa, honesta, dura y sincera. Cine de antaño de muchos quilates. El celuloide visto desde dentro: la unión entre productor, guionista, actor y director (Los 4 jinetes del Apocalipsis), y visto desde fuera en esa industria tan competitiva: ambición, manipulación, puñaladas traperas, medias verdades y absolutas mentiras. Bienvenidos a Hollywood, el lugar donde sus sueños pueden hacerse realidad.

Es una película enorme en todos los sentidos. A pesar de tener más de 50 años se mantiene más actual que nunca, habla de unos temas muy vigentes hoy en día. Aunque se esté hablando del Hollywood dorado lo que refleja la película todavía pasa hoy en día. El guión y como está tratada la relación de cada uno de los tres protagonistas (el director, la actriz y el escritor/guionista) es fantástica y muy bien hecha. Las frases del guión son inmortales, brillantes, ácidas, mordaces.
Como por ejemplo esta: Una chica le dice al personaje que interpreta Kirk Douglas (que está espléndido en esta cinta), eso es solo un sueño hermoso, a lo que él responde: Lo sé, pero los sueños tienen que ser hermosos. No se puede decir tanto con tan pocas palabras.

Las interpretaciones son algo muy digno de mención. Sobre todo dos, la de Kirk Douglas y la de Lana Turner. La primera, haciendo de un productor con una solo idea fija: ser el mejor, y cambiar el mundo del cine. Y cómo conseguirlo: de cualquier forma, cualquiera vale, cualquiera.
Y la segunda, interpretando a una actriz de segunda fila, insegura y borracha, que de la noche a la mañana se convierte en toda una estrella. Unas interpretaciones estremecedoras. Los demás, al mismo ritmo que estos dos monstruos.

Se podría decir que en esta película la palabra dominante podría ser: ambición. Y no le faltaría razón a los que apoyasen la idea. Pero también hay otras muchas cosas: amor, falsedad, hipocresía, dureza, vida, reveses, altos y bajos; en fin, Hollywood... vista desde su cara sombría.
Hollywood vista desde el lado oscuro de la luna.

Recomiendo esta película a gentes de todas las condiciones y con edades comprendidas entre 12 y 95 años. Además es una película con el beneplácito de la academia (5 Oscar), aunque pueda verse como una crítica feroz a ese sueño dorado de luces, champán y chicas bonitas. La belleza y el horror del cine: pasen y vean.

MARY AND MAX







Director: Adam elliot

Reparto: Animación

Año: 2009



Puntuación: 8,5/10


       Mary es una niña australiana que un buen día, en busca de encontrar un amigo, escribe una carta a un nombre salido por casualidad de una guía de teléfonos. De esta forma, la carta llega a Nueva York, recibida con asombro por Max, un solitario cuarentón con problemas de integración y síndrome de Asperger. Así ambos iniciarán una correspondencia que se prolongará durante años, cimentando una entrañable amistad.

     Las cosas más inocentes a veces son el vehículo más adecuado para mostrarnos los elementos más tristes y escabrosos de las vidas de aquellos que no tienen la fortuna de ser agraciados. La dulce ternura de una niña acomplejada y atormentada por la crueldad infantil la lleva a entablar amistad con un solitario, zafio y maniático cuarentón, con problemas de obesidad. Sin embargo, el amor de ambos por la vida y el chocolate los irá llevando por el camino de la superación durante los años de su larga correspondencia.

    Filmado en un simpático "Stop motion", su atmósfera sobre blanco y negro determina el tono dramático de la historia, que se ve camuflada a través de sutiles toques de tono rojo brillante, que juega con el contraste sobre le que se asienta la pelicula. Dicho contraste viene dado por el tono conciliador y agradable de la voz en "off" del narrador unido al aspecto alegre y divertido de los personajes, y por otra parte por el trasfondo agrio y nostálgico de la historia. 

      Bajo este aspecto sincero y digerible, asistimos a un tratado sobre la soledad, sobre gente aislada y sin nadie a quien acudir, sobre personas incomprendidas que solo se entienden entre ellas, sobre falta de cariño, sobre necesidad de emociones. La animación no esconde la cruda realidad de dos personajes que terminan siendo unos supervivientes a sus dificultades sociales y unos adictos a la vida en un mundo extraño donde la gente no es muy consciente de su existencia. Pero disfrutar de la vida es siempre posible mientras haya chocolate.