Director: Richard J. Lewis
Reparto: Paul Giamatti, Rosemund Pike, Dustin Hoffman, Scott Speedman, Minnie Driver, Bruce Greenwood, Rachelle Lefevre, Mark Addy, Saul Rubinek, Jake Hoffman, Maury Chaykin, Anna Hopkins
Año: 2010
Puntuación: 6,5/10
La película cuenta la caótica vida de Barney, un exitoso productor de telenovelas, aficionado a la bebida, los puros "montecristo" y al hockey, casado 3 veces y con dos hijos. En el ocaso de su vida, se ve recordando los buenos tiempos con su gran amigo "Boogie", los momentos con su excéntrico padre y los vaivenes de sus matrimonios hasta su última y amada esposa.
Cuando uno vive una vida plena y feliz, llena de alegría, de decepción, de felicidad, de miedo y de gozo, acaba disfrutando de una historia propia, con identidad, digna de ser contada y plasmada en las más apasionantes novelas. Por supuesto, suelen estar protagonizadas por los personajes más variopintos jamás vistos, a la altura de la vida más rocambolesca. Así hemos visto en el cine plasmadas vidas de gente como Howard Hawks en "el aviador", o la de Charlie Parker en "Bird". También las vidas de "Forrest Gump" o "Benjamin Button" eran admirables, aunque ficticias. El personaje que Paul Giamatti nos presenta en esta película puede que no viviera aventuras tan espectaculares, pero su rompedora e impactante personalidad no dejan indiferente a ninguna de las personas que conoce a lo largo de esta entretenida película.
Giamatti se transforma con mimo en un individuo que sufre, que llora, que ríe a carcajadas, que ironiza sobre la vida, que se droga con su mejor amigo hasta perder el conocimiento, capaz de llevarse a las mujeres hermosas solo con su morro y simpatía, capaz de enamorarse y perseguir a su mujer hasta donde haga falta. El actor borda una actuación soberbia, más completa incluso que su gran papel en "Entre copas". Además, durante gran parte del metraje le acompaña un grande del negocio, ya que haciendo de su padre se encuentra Dustin Hoffman, encarnando a viejo verde, osado, carismático y sonriente, que solo siente nostalgia por su amada y fallecida esposa. Pena que el personaje de Hoffman sea en algunos puntos demasiado forzado, dando una imagen en ciertos momentos demasiado cómica de lo que podría haber sido un papel memorable (seguramente culpa del guión).
Sin embargo, lo mejor de esta película son las actuaciones, ya que el guión navega sobre un metraje demasiado largo, trepando por las ramas en algunos puntos de la película que la hacen perder fuerza, tonteando con el aburrimiento. La historia presta demasiada importancia a determinadas fases de la vida de Barney, dejando pasar rápidamente otras, como la de su juventud, que son casualmente las partes más llamativas de la película. Aunque el film engancha hasta el final, se va haciendo lento a medida que avanza, como si envejeciera a la par que el personaje.
A pesar de los inconvenientes, merece la pena ver la gran actuación de un actor que está en estado de gracia y que llama desde hace tiempo a las puertas del Oscar sin ser escuchado.
