jueves, 12 de agosto de 2010

LA VIDA MANCHA


Director: Enrique Urbizu

Reparto: José Coronado, Juan Sanz, Zay Nuba, Sandro Polo, Yohana Cobo, Silvia Espigado, Alfonso Torregrosa, Enrique Martinez

Año: 2003


Puntuación: 7/10

      Fito es un camionero con problemas en el juego. Casado con la hermosa Juana, forman junto a su hijo John una familia feliz aunque con ciertos problemas de dinero. Un día recibe la visita de su hermano Pedro, del que lleva muchos años sin saber nada de él. Éste presenta un carácter serio, educado, galante y callado, muy distinto del de Fito, hablador, dicharachero y más campechano. La llegada de Pedro es recibida con alegría, aunque algo está siendo alterado y variado, aunque todo parezca seguir como antes.

     La senda del perdedor puede llevar hasta la caída más profunda. El juego se convierte en una espiral de deudas cuando uno está totalmente enganchado en su red. A veces para salir de lo más hondo necesitamos de la ayuda de los seres más queridos, o de personas que han sufrido lo mismo. Al analizar el complejo personaje de José Coronado en esta película, no somos conscientes de todo por lo que ha pasado en sus interminables viajes, pero nos imaginamos que mucho mundo ha tenido que ver para venir de vuelta del mundo del Póker y ser, inexplicablemente, un aficionado al talle de gemas preciosas.

    El contraste del personaje de Pedro con el resto de la familia es total. Nada tiene que ver esa persona entre fantasmagórica y angelical con los tradicionales integrantes de la familia de Fito. Sin embargo, la sencillez de unos entra en perfecta harmonía con la pulcritud del otro, y los días de Pedro entre la familia de su hermano transcurren de forma acompasada. El ritmo transcurre despacio, sin prisas, poco a poco se va cocinando un drama que por momentos no apunta a un desenlace demasiado feliz. El misterioso hermano no nos desvela intención alguna sobre sus propósitos, por lo que tampoco sabemos si acabará siendo el héroe o el villano. Al final, la historia solo demuestra que ese personaje tormentoso por momentos es solo un  ser humano más, experimentado en los fracasos presentes de su hermano, cuya seriedad y educación solo provienen de un cambio al proceder correcto de la vida. 

      Las sensaciones al ver esta película se guisan a fuego lento, todo es calma emocional, y cada sentimiento se transmite de forma extraña al espectador. La belleza de la protagonista nos ayuda de vez en cuando a sumergirnos más aún en la atmósfera. Transcurrido un tiempo, el inevitable desenlace nos deja una sensación grata, una sensación olvidada a veces en el cine.

     La brillantez del cine español, por desgracia, a veces es más que cuestionable. Aquí tenemos un ejemplo a seguir de como con paciencia y buenos guiones se puede hacer en este país cine más que interesante. Así por lo menos podríamos dejarnos de hacer separaciones estúpidas y hacer simplemente cine, donde la nacionalidad sea irrisoria.

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