jueves, 5 de mayo de 2011

LA PUERTA DEL CIELO (Heaven's Gate)



Director: Michael Cimino

Reparto: Kris Kristofferson, Christopher Walken, John Hurt, Brad Dourif, Isabelle Huppert, Sam Waterston, Mickey Rourke, Joseph Cotten, Willen Dafoe, Anna Thompson, Jeff Bridges

Año: 1980


Puntuación: 6,5/10

       Durante los años en la universidad de Harvard Averill disfrutaba de una vida tranquila, divertida, próspera y rodeada buenos amigos. Con el paso de los años, se convierte en sheriff del condado. Debido a la masiva aglomeración de inmigrantes, la asociación de ganaderos a la que pertenece un antiguo amigo suyo (perdido en alcohol pero todavía cuerdo) ha confeccionado una lista negra de personas que supuestamente ha perpetrado o colaborado en robos de ganado, a las cuales piensa ejecutar. Averill intentará por todos lo medios evitar que la asociación se tome la ley por su mano, a la vez que mantiene un triángulo amoroso con una mujer implicada en la lista.

      La influencia que pueden llegar a ejercer los poderosos, los adinerados, los ricos, los avariciosos, puede llegar muy lejos, más de lo que pensamos. Desde cosas que ocurren a nuestro alrededor a temas mucho más casposos e importantes, lejos de nuestro alcance. Cuando un colectivo común de esta gente encuentra obstáculos en su destructivo camino como el intento de supervivencia de insignificantes seres humanos, pobres como ratas, es evidente que su solución más sencilla y económica es determinar la ejecución de todos y cada uno de ellos para los que sea posible encontrar una mínima relación o minúsculo delito. Como la mano que ejerce su poder llega más allá de la ley o el gobierno, da igual que semejante proceder equivalga a un genocidio planeado, obviado por el gobierno y apoyado por el ejército (cuanto antes terminen mejor), o que tenga muchas semejanzas con cualquier exterminio bélico.

        Estas palabras las podemos adaptar a muchos casos de la historia y de la actualidad, sin embargo aquí nos encontramos a grupo de ricos ganaderos que aburridos en sus clubs deciden ir a matar a los rusos que supuestamente les han robado unas pocas vacas. Sin juicio por supuesto. Entre ellos y su cruzada se interpone Kris kristofferson y el señor Walken, enredados amorosamente con la misma mujer. Ya sea por amor o por sentido de la justicia (o por ambas) estos personajes se embarcan en un drama-western épico, de largo metraje y de acción entrecortada, salpicado por alegres escenas amorosas y tristes discursos de pobreza.

       Su primera escena exalta la sentencia de que tiempos pasados siempre fueron mejores, poniendo toda la carne en el asador para la puesta en escena, el espectador se ve apabullado de repente por un vestuario impecable, una coordinación excelente y unas tomas generales asombrosas de los universitarios bailando perfectamente coordinados. Ésta será la mayor muestra de tranquilidad y felicidad de toda la película. A partir de ahí, como bien nos narra el protagonista, todo se vuelve sombrío y triste, y el espíritu que rodea todo el resto de la película es desolador, exceptuando las escenas amorosas. Los personajes, sumidos en sus abismos particulares dan la sensación de buscar redención en la trama de la historia, evitando caer así en la desesperación para el resto de sus vidas.
     El genial reparto brilla en sus protagonistas, el resto de nombres apenas aparecen unos minutos como Bridges o Dafoe. Su excesivo metraje, aunque sin se pesado, mueve la trama demasiado despacio y el alargamiento de las escenas bélicas las vuelve por momentos confusas. Aún así, estamos ante una maravillosa película, digna de disfrutar y en la que se nota bien la mano de su mítico director, Michael Cimino. Destacar que la película fue un fracaso comercial absoluto y llevó a la quiebra a su productora, que acabó absorbida por MGM.

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