viernes, 23 de septiembre de 2011

RED STATE



Director: Kevin Smith

Reparto: John Goodman, Melissa Leo, Michael Parks, Kyle Gallner, Michael Angarano, Stephen Root, Kerry Bishe, Nicholas Braun, Kevin Pollack

Año: 2011


Puntuación: 6,5/10


     Inspirada en el personaje real de Fred Phelps, cuenta la historia de una secta bautista cuyo pastor predica a sus fieles que la homosexualidad es producto de Satán, persiguiendo a los homosexuales y a aquellos que los aceptan y defienden.


     Recuerdo nítidamente las imagines lacerantes de las lágrimas de aquellos niños americanos, perdidos en un lugar inhóspito de Dakota del Norte, asustados y sobrepasados por las intensas y extremas ideas que sus instructores intentan inculcarles mediante un brutal lavado de cerebro en el fabuloso documental "Jesus Camp: Soldados de Dios". El fanatismo cristiano es una realidad que, fuera de la religiosidad de cada uno, invade muchas comunidades en países desarrollados de todo el mundo. El fanatismo no sólo se encuentra en los países árabes, como nos hacen entender muchos medios, sino que también está entre nosotros, con las mismas ideas extremas, suponiendo el mismo peligro. Y lo peor es que normalmente tienen dinero, mucho dinero. El ejemplo más cercano lo encontramos en el reciente acto terrorista de Noruega, del que no hace falta decir mucho más.

    Ese mismo lavado de cerebro es el que practica en contra de los homosexuales el pastor Fred Phelps, conocido en EE.UU. por interrumpir funerales de soldados muertos en Irak y otras macabras formas de protesta contra la homosexualidad. En este personaje es en el que el director de "Clreks", Kevin Smith, se basa para desarrollar su nueva película. Siempre polémico y escandaloso, con diálogos ácidos y políticamente incorrectos, leí una vez que para poder hacer literalmente lo que le da la gana recurre a realizar películas basura para ganar pasta para sus posteriores producciones. Es así cuando lo vemos firmando "Vaya par de polis" o "una chica de Jersey". Por este método sacó dinero para una de sus apuestas más arriesgadas, "Red state". Creo que sólo así es como un director puede hacer lo que su estómago le pide.

      Esta impactante película no deja títere con cabeza. Poniendo en escena a tres adolescentes que una noche deciden salir a la aventura en busca de sexo fácil, Smith se vale de una apertura fácil y desgastada, casi de serie B, típico del más barato cine de terror, para poner en situación al abominable personaje que con su lengua viperina mantiene a una reducida comunidad aislada en su propia casa, rodeada con una densa muralla y aprovisionados de un magnífico arsenal de armas. Pronto nuestros protagonistas son parte secundaria de la historia, donde el salvajismos empieza a hacer estragos liquidando a malos y buenos por igual. 

      Melissa Leo y John Goodman (una curiosa pareja de moda desde "Treme") acaparan el protagonismo, dándolo firmeza con sus personajes a un guión despiadado, lejos de los convencionalismos típicos de buenos y malos, lejos de dejar al espectador apoyarse en algún personaje para seguir la película hasta el final (cuando lo haces, lo acaban exterminando). Smith ataca el fanatismo religioso sin piedad, pintando unos ideales estremecedores que asustan al pensar que se basan en hechos reales. Pero el director tampoco deja libres al gobierno, al FBI o al "modus operandi" y la forma de pensar de su país de procedencia. La ineptitud de la autoridad local, la incompetencia del FBI para diferenciar el bien del mal o para acatar órdenes igual de horribles que las ideas del pastor bautista vuelven la historia en una lucha de perturbados contra zumbados políticamente discretos.

      Así, no sorprende escuchar al final de la película "si matas por religión eres un terrorista, pues te vas a la mierda", con la pertinente sentencia directa a muerte sin juicio; "off the record" por supuesto, como se hace todo lo importante en esto asuntos. Contundente, impactante y polémico Kevin Smith que por mi parte acierta en su ambiciosa propuesta.

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