jueves, 8 de septiembre de 2011

TRISTANA



Director: Luis Buñuel

Reparto: Fernando Rey, Catherine Deneuve, Franco Nero, Lola Gaos, Antonio Casas, Jesus Fernandez

Año: 1970


Puntuación: 8/10


       Don Lope acoge en su casa a Tristana, haciéndose cargo de la promesa familiar que le hizo a sus padres. Con el tiempo acaba por desear a la muchacha, y la convierte en su amante, tras obtener su consentimiento, pasando a ser su tutor y su marido. Sin embargo, Tristana acaba enamorándose de un joven pintor que trastocará los planes de Don Lope.


     Pocas fueron, de la extensa filmografía del director español, las películas rodadas en España. "Viridiana" y "Ese oscuro objeto de deseo", más algunas obras iniciales, son las únicas referencias además de "Tristana" que encontraremos con nuestra nacionalidad. Sin embargo, ésta que comentamos y "Viridiana" cuentan como dos de las mejores obras del autor, que destripan con 10 años de diferencia entre ellas, las costumbres y tradiciones de una sociedad de la primera mitad del siglo XX, seccionada entre entre ricos y pobres, entre amos y criados.

     Buñuel hace en esta hermosa película un retrato cruel y lírico de la obsesión y del deseo. La pasión trastoca al protagonista hasta el punto de perder toda noción de la realidad con su hija/amante. Mientras el tiempo va ablandando cada vez más el rudo y firme carácter del viejo, Tristana se hace arisca, obsesiva y violenta, se transforma en una mujer vil, venenosa y repelente. El respeto y el cariño se pierden, dejando paso a un rencor que hace olvidar cualquier trato condescendiente anterior.

     Como no podía ser de otra forma, Buñuel se deja llevar por su atracción por lo onírico en los sueños de Tristana, a modo de premoniciones futuras o juicios de su influencia sobre el viejo. El caso es que, apareciendo en la novela original o no, los sueños de Tristana marcan un perfil típico en muchas películas de Buñuel, como ocurre por ejemplo en "El discreto encanto de la burguesía" (ésta de mayor carga surrealista). 

     También recurre a la crítica el director, cargando contra los antiguos valores impuestos, encarnados en parte en Don Lope, ridiculizando al protagonista cuando éste reta a un duelo al pintor del que se enamora Tristana y éste, mucho más joven, lo derriba de un empujón. Don Lope no cree en el matrimonio ni en la iglesia, dando una visión progresista del personaje, sin embargo, es presa de sus propias hipocresías al caer en celos por Tristana y no dejarla libre cuando ella lo desea, al contrario de lo que le venía dictando el anciano desde siempre. La propia Tristana nos habla de la infancia, de la pérdida de la inocencia y de cómo aquella criatura delicada y vivaracha se acaba convirtiendo en un ser amargado que hace de Don Lope el culpable de todas sus desgracias. 

Un obra clásica, esencial en la lista del director, con la magia que habitualmente baña las películas del español, sin dejarse llevar por las excentricidades surrealistas, conservando una narración asequible que debería atraer a aquellos escépticos que siempre piensan en Buñuel con la imagen de la navaja de "Un perro andaluz", la cual deja una imagen de su cine poco realista.

   


No hay comentarios:

Publicar un comentario