viernes, 30 de marzo de 2012

REDENCIÓN "Tyrannosaur"

               

Director: Paddy Considine

Reparto: Peter Mullan, Olivia Colman, Eddie Marsan, Ned Dennehy,

Año: 2011

Puntuación: 6,5


           Joseph es un viudo atormentado por la falta de su mujer y las sombras del hombre arisco y pesismista que ha sido siempre. Hundido en el alcohol, un día conoce a Hannah, una mujer que aparenta ser feliz en su pequeña tienda de complementos, pero que comparte múltiples rasgos comunes con la tormentosa mente de Joseph.


            No pocas son las muestras de cine social en el cine inglés. A lo largo de su historia esta temática a tenido una presencia recurrente, siendo atajado con decisión y realismo desde los tiempos pasados del "Free cinema", como en las excelentes "La soledad del corredor de fondo", "Un lugar en la cumbre" o la hipnótca "If..."; así como en las épocas más actuales, como ha ocurrido con el cine de Ken Loach o Mike Leigh.

        El debutante Paddy Considine toma el testigo en este drama sobre el desgaste personal, escrito por él mismo, en el que se acompaña de la ayuda del veterano Peter Mullan (que ya protagonizó "Mi nombre es Joe", con el nombrado Ken Loach), veterano actor inglés, de perfil serio y curtido, perfecto para el atormentado papel que se le otorga. El hábitat natural de Joseph, nuestro protagonista, nace y muere en el infierno más profundo de la tristeza. Sumergido en un abismo de alcohol, rabia y mal humor, busca el grito y la pelea en todos aquellos sitios donde la gentuza le da cuartel. Al igual que ese entrañable y desgraciado personaje de "Shame", el personaje de Mullan nada en la desgracia más absoluta, la tormenta perfecta de la agonía.

          Las similitudes con la película de Steve McQueen no acaban ahí, ya que la coprotagonista, Olivia Colman, afronta un papel de cierto símil con la conmovedora hermana del sexo-adicto de "Shame". Ambos, ángeles caídos, corazones eternamente rotos, pretenden disimular la sonrisa que no reluce, la alegría de la que carecen, la felicidad que les falta. Las plegarias sin palabras. Así, desde las profundidades más negras, comienza un camino hacia el perdón, hacia el sitio donde nunca se sabe bien donde está, hacia la salida de la deseperación. 

      Dirigida con pulso, con tensión medida y ritmo controlado, Considine consigue un convincente relato acerca del hundimiento personal, de la busqueda de valores y de la superación de aquello a lo que más tememos enfrentarnos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario