miércoles, 6 de junio de 2012

10 AÑOS DE LA MEJOR SERIE DE LA HISTORIA



        Se cumplen diez años del comienzo de la emisión en antena de "The Wire".



       Allá por el 2 de Junio del 2002 algo cambió en la televisión. Venía ya sobre aviso 3 años antes, cuando otra serie imprescindible llamada "Los soprano" empezó a moldear los cánones de lo que venían siendo hasta la fecha las reglas del juego en cuanto a series. Nacía "The wire", la serie que terminó de provocar el terremoto que ha llevado a las series de televisión al caché de hoy en día.

       No se si David Simon, el creador de esta joya, se imaginó alguna vez mientras rodaba la serie de lo que estaba dando a luz. De la misma forma que Coppola no era consciente en su momento de todos los planetas que se habían alineado cuando rodó "El padrino", el creador de "The Wire" apartó de su lado el gusto del público y se centró en hacer un producto de calidad que acabaría por ser el referente del cine actual. A partir de aquí, con "Los soprano" y "The Wire", el cine televisivo daría un vuelco, dejando atrás viejos clichés, poniéndose a la cabeza tanto en éxito como en crítica. A día de hoy, los actores de series ganan tanto o más que los de las películas, su prestigio se mantiene a la par y muchos actores consagrados acaban haciendo sus apuestas de pequeña pantalla. Después llegarían "Deadwood", "Carnivale", "Breaking bad", "Treme", "Mad men", "Roma", "Boardwalk empire", o lo que viene siendo el mejor CINE que se ha hecho en los últimos 15 años junto a las películas de Pixar (gracias a la HBO, en su mayoría).

         "The wire" es a las series, lo que Shakespeare a los libros (con el permiso de "Los soprano"). Cada frase de cada capítulo respira lirismo, tiene sentido y profundidad, otorga a sus personajes (que no son pocos) alma y seriedad, pero sobretodo, realismo. Esto último llega hasta tal punto que muchos de los actores que salen en la serie no son ni siquiera actores, sino camellos de verdad de la ciudad de Baltimore, donde se ambienta la trama. Cuentan que los actores se sentían bastante raros cuando al andar por las calles de la peligrosa ciudad se encontraban con los extras. Este aspecto tan personal y trabajado de la serie hace que el lenguaje utilizado sea el de la calle, el de los vendedores de droga, el de los suburbios, el lenguaje de las profundidades de la ciudad. Esto llega hasta tal punto que hasta en Inglaterra se dice que pusieron subtítulos a la serie para entender lo que decían. 

         La serie, compuesta por 5 temporadas, enfoca desde los dos posibles bandos, la lucha contra el narcotráfico en la ciudad. A través de intrincadas tramas, los policías se pelean con su propio departamento para poder abrirse paso en su investigación, sin hacer mucho ruido para que los "huntados" no acaben por desmantelar el tinglado. Los "narcos", montan sus estratagemas cada vez más complicadas de blanqueo de dinero y de venta de droga, hasta encontrarse con los problemas de los escalones superiores (la política) o los paralelos (importación y transporte). Así, a lo largo de 5 temporadas vemos la evolución de los personajes producida por este mundillo, sus intenciones iniciales, su voluntad final, su cambio de personalidad y sus objetivos más amplios o más reducidos. La serie arriesga en todos los sentidos, ya no sólo en el planteamiento, sino en la ambición de cada temporada. No hartos de lo complicado de la tarea, en la segunda temporada cambian totalmente de escenario para meterse de lleno en los conflictos portuarios y sus sindicatos (Baltimore es uno de los puertos más importantes del mundo), por donde las mercancías ilegales hacen su intromisión desde el extranjero. Para algunos la peor de las temporadas... para otros la mejor de todas. No hartos con ellos, no recuerdo si es en la 4º o 5º temporada, juegan con la anarquía al hacer que la policía monte su propio país de las maravillas en un recinto controlado y cerrado por los polis en medio de la ciudad, donde las reglas han cambiado. Su última y arriesgada apuesta es ya el culmen, al meterse en las influencias evidentes que tiene el mundo de la droga sobre la política.

    Todo salió bien. Ningún herido. Éxito rotundo. Sin secuelas ni "spin offs". 5 temporadas, ni más ni menos. Lo suficiente para la excelencia. Poco se puede decir en unos párrafos sobre algo tan inmenso. Para eso tiene su propio libro. Pocas veces se ha retratado tan bien y de forma tan bella la lucha, no ya por el narcotráfico, sino de clases, de injusticias, de legalidad e ilegalidad, de amor y de odio. En definitiva, sobre lo de siempre, el bien y el mal.




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