MADAME DE...

Director: Max Ophüls

Reparto: Danielle Darrieux, Charles Boyer, Vittorio de Sica, Jean Debucourt, Lia de Lea, Mireille Perrey, Jean Galland

Año: 1953

Puntuación: 8/10

Los burgueses de principio de siglo, además de dinero, posesiones, joyas… también sufrían. Como ya mostró Jean Renoir en Las reglas del juego o Luis Buñuel en El ángel exterminador, los seres humanos, pertenezcan al extracto social que pertenezcan también sufren, como sucede a esta Madame de… sea por salud o por amor.

Ophüls hace en esta película una perfecta simetría a través del personaje de Danielle Darrieux. En primer lugar, ensimismada con sus pieles, con sus joyas… casada con un alto cargo del ejército por conveniencia, sin mayor ocupación que la atención a sus propios vicios. Y, por otra parte, el mismo personaje que, sin esperarlo, se enamora de un diplomático, conocido de su esposo, momento que marca un punto de inflexión en la vida de Madame de… que no verá tan relevante tanta joya o abrigo en su vida y cuya cabeza y corazón se verán completamente henchidos por ese amor a primera vista.

Madame de… entra dos veces en la misma iglesia (antes y después de estar enamorada de su amante) con propósitos totalmente adversos, lo que habla de esa simetría y del radical cambio de la protagonista.

Y, entre Madame de… su marido y su amante, unos pendientes que pasan de ser simple y cara chatarra a lo único que mantiene viva la llama del amor entre Darrieux y De Sica gracias a una increíble casualidad.

Una película repleta de travellings maravillosos, con una escena, la del eterno baile entre Darrieux y De Sica que les une y no les permite separarse el uno del otro, alimentando así la necesidad mutua de mantenerse siempre cerca.

Una historia de amor, al fin y al cabo, llevada a término por un romántico Ophüls con prodigiosa maestría y violada por la censura española de la época en un par de escenas en su doblaje. Por lo que se antoja recomendable, especialmente en este caso, la versión original del film.