miércoles, 1 de diciembre de 2010

CAUTIVOS DEL MAL (The bad and the beautiful)


Director: Vicente Minnelli

Reparto: Kirk Douglas, Lana Turner, Walter Pidgeon, Dick Powell, Barry Sullivan, Gloria Grahame.

Año: 1952

Puntuación: 9,5/10





La película empieza con una llamada desde París de un tal Jonathan Shields, la llamada pasa por las manos de tres personajes: dos hombres y una mujer. Y la premisa es la siguiente: Jonathan Shields es un productor que quiere contar con ellos tres (actriz, director y guionista) para relanzar su carrera en el mundo del cine. Los tres le dicen que no. Un cuarto intenta hacerles cambiar de opinión y así rememorar su pasado al lado del productor. Así empiezan a recordar y da comienzo la aparición tortuosa del productor en sus vidas.

Nos encontramos ante una película maravillosa, honesta, dura y sincera. Cine de antaño de muchos quilates. El celuloide visto desde dentro: la unión entre productor, guionista, actor y director (Los 4 jinetes del Apocalipsis), y visto desde fuera en esa industria tan competitiva: ambición, manipulación, puñaladas traperas, medias verdades y absolutas mentiras. Bienvenidos a Hollywood, el lugar donde sus sueños pueden hacerse realidad.

Es una película enorme en todos los sentidos. A pesar de tener más de 50 años se mantiene más actual que nunca, habla de unos temas muy vigentes hoy en día. Aunque se esté hablando del Hollywood dorado lo que refleja la película todavía pasa hoy en día. El guión y como está tratada la relación de cada uno de los tres protagonistas (el director, la actriz y el escritor/guionista) es fantástica y muy bien hecha. Las frases del guión son inmortales, brillantes, ácidas, mordaces.
Como por ejemplo esta: Una chica le dice al personaje que interpreta Kirk Douglas (que está espléndido en esta cinta), eso es solo un sueño hermoso, a lo que él responde: Lo sé, pero los sueños tienen que ser hermosos. No se puede decir tanto con tan pocas palabras.

Las interpretaciones son algo muy digno de mención. Sobre todo dos, la de Kirk Douglas y la de Lana Turner. La primera, haciendo de un productor con una solo idea fija: ser el mejor, y cambiar el mundo del cine. Y cómo conseguirlo: de cualquier forma, cualquiera vale, cualquiera.
Y la segunda, interpretando a una actriz de segunda fila, insegura y borracha, que de la noche a la mañana se convierte en toda una estrella. Unas interpretaciones estremecedoras. Los demás, al mismo ritmo que estos dos monstruos.

Se podría decir que en esta película la palabra dominante podría ser: ambición. Y no le faltaría razón a los que apoyasen la idea. Pero también hay otras muchas cosas: amor, falsedad, hipocresía, dureza, vida, reveses, altos y bajos; en fin, Hollywood... vista desde su cara sombría.
Hollywood vista desde el lado oscuro de la luna.

Recomiendo esta película a gentes de todas las condiciones y con edades comprendidas entre 12 y 95 años. Además es una película con el beneplácito de la academia (5 Oscar), aunque pueda verse como una crítica feroz a ese sueño dorado de luces, champán y chicas bonitas. La belleza y el horror del cine: pasen y vean.

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