miércoles, 24 de agosto de 2011

CAPITÁN AMÉRICA: EL PRIMER VENGADOR (Captain America: The First Avenger)



Director: Joe Johnson

Reparto: Chris Evans, Hugo Weaving, Hayley Atlwell, Tommy Lee Jones, Sebastian Stan, Stanley Tucci, Toby Jones, Dominic Cooper, Samuel L. Jackson

Año: 2011


Puntuación: 5/10


         Steve Rogers es un debilucho personaje nacido en la gran depresión. Al estallar la segunda guerra mundial se ve conmocionado con las noticias llegadas desde Europa y decide alistarse en el ejercito, de donde es rechazado continuamente por su débil constitución, hasta que un día un científico se le acerca durante el proceso de alistamiento y lo convence para formar parte de un experimento militar llamado "Renacimiento". Steve es tratado con un suero especial y bombardeado con rayos "Vita", transformándose finalmente en un superhombre, el primero de un ejército para derrocar el régimen nazi, pero un espía alemán se infiltra en el proceso y vuela el laboratorio, dejando a Steve como único sujeto del experimento.


      La continua invasión de superhéroes nos bombardea desde los últimos años con un montón de revisiones de los personajes de cómic. Enfocadas desde un ámbito comercial, presentan no obstante base suficiente al menos para aportar un film respetable. Sin embargo, en su gran mayoría han sido proyectos forzados y mediocres, como fueron esa primera saga de "Spiderman", las dos versiones de "Hulk", o la reciente "Thor". Tampoco "Superman returns" consiguió encandilar a  nadie. Tuvieron algo más de acierto en la franquicia de "Iron man", donde el personaje de Robert Downie Jr. pone tono irónico y crítico sobre la política y economía reinantes en estos tiempos. Ninguna de las anteriores se acerca ni por asomo a las dos obras maestras que Nolan parió sobre el "Caballero oscuro". La Marvel, más osada a la hora de sacrificar el orgullo de sus personajes en post de hacer caja, es la que firma los derechos de la mayoría de estos personajes, siendo DC algo más precavida, al menos con su héroe nocturno.

      Con el proyecto de la película de "Los vengadores" en marcha, grupo de varios superhéroes de la Marvel asociados para cumplir ciertas misiones siguiendo una linea argumental común, se proyectaron primero una serie de películas acerca de cada una de sus integrantes. Hasta ahora ya hemos podido ver la saga de IronMan, Hulk y Thor, faltando uno de sus integrantes más importantes: El capitán América.

     En el caso del patriótico héroe el film se antoja curioso. La ambientación en los años 40 plantea de por sí un relato algo diferente a sus contemporáneos compañeros. Durante la primera media hora asistimos al origen del ser que luego se transforma en dicho capitán, con las obsesiones de los jóvenes de la época por contribuir a la causa de la salvación de Europa. Tras sus continuos rechazos se ve lógico que el protagonista se agarre a un clavo ardiendo en forma de experimento científico. Hasta aquí se narra una historia respetable, de cierto gancho y que pilla al espectador con cierta curiosidad por el origen del superhéroe. Tras su transformación viene quizá la parte más acertada del guión, donde lejos de pasar rápidamente a arma imprescindible, es despreciado por el ejército como soldado y utilizado como instrumento publicitario para el reclutamiento. Esta parte supone una sátira bastante acertada de la sociedad americana implantada sobre la filosofía del tío Sam, contrastando perfectamente la imagen pública de la guerra con la del campo de batalla. 

     Una vez el héroe se convierte en héroe, como ocurre en la segunda parte de "Ironman", la virtud se desvanece por completo, con peores efectos visuales, dando paso a rápidas secuencias de acción que suponen la consolidación de personaje pero que sin embargo rozan cierto ridículo con cierto aire videoclip y patriotismo barato, de efectos además bastante pobres. La lucha contra un llamativo álter ego maligno se presenta sosa. De la noche a la mañana las fuerzas de "Hydra", supuestamente suficientes para invadir todo EE.UU. en unas horas, con capacidad armamentística capaz de volar varias ciudades de un plumazo, desaparece de la nada al verse invadida su base por cuatro gatos acompañados del Capitán América. Una verdadera pena que material tan aprovechable lo hayan desechado de forma tan drástica. 

      Lo que ocurre es que, una vez presentado el personaje y su archienemigo, la acción se resuelve de forma mediocre y lamentable para hilar rápidamente con el resto de películas y continuar con su ansiado proyecto de "Los vengadores". Esto se nota además en la utilización de personajes como el padre de "Ironman" (el rico ingeniero), o la aparición final de Samuel L. Jackson. Entretenida no obstante, es una pena que no aprovechen la historia del personaje para darle algo más de tirón y hacer una película que de verdad se mereciera un culto respetable. A estas alturas no cabe duda de por qué Batman mola más, sin tener poderes.

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