Director: Sergio Leone
Año: 1968
Intérpretes: Charles Bronson, Claudia Cardinale, Gabriele Ferzetti, Henry Fonda, Jack Elam, Jason Robards, Keenan Wynn, Paolo Stoppa, Woody Strode
Puntuación: 9.5/10
En una amplia zona desierta, Brett McBain, de origen irlandes, piensa establecer su futuro negocio y propiedades junto a sus hijos y su nueva esposa, Jill. Cuando ésta está a punto de llegar, un grupo de bandoleros liquida a Brett y a sus hijos, sin razón aparente. Paralelamente, un pistolero en busca de venganza acaba de llegar a la estación...
El género del Western nos suele tener acostumbrados a mostrarnos películas llenas de tipos duros, tiroteos, chicas guapas, vida de perros, gente buscando oro, y muchos otros conceptos que, a pesar de ser interesantes para un guión, han sido explotados hasta el infinito, y que no aseguran que vayas a hacer una buena inversión de tiempo viendo una película. Sin embargo, directores como John ford, Sam Peckinpah, Clint Eastwood, y otros maestro que lamentablemente no acierto a recordar, nos han dejado grandísimas obras, imposibles de superar por las nuevas ejemplos del género en la actualidad.
Pero sin duda, y muchos estarán de acuerdo conmigo, los westerms más míticos, con algunas escepciones, han llegado de la mano del señor Sergi Leone. Aparte de su afamada trilogía, "hasta que llegó su hora" reune en 2 horas y media de lo mejor que he visto en el cine de todos los tiempos. La memorable escena inicial, esperando en la estación los tres bandoleros, es de impagable manufactura, así como el duelo final, como si de dos samurais en lucha de espada se tratase. Malos sin alma, y mujeres de belleza imposible (con una Claudia Cardinale que hechizada hasta sudando) acompañan a un Charles Bronson nunca visto, y que hace que lo acabes recordando a la misma altura que el predicador del "Jinete pálido" con el que nos deleitó Clint Eastwood.
Una película hermosa, con gancho, con diálogos épicos para recordar el resto de tu vida.
El género del Western nos suele tener acostumbrados a mostrarnos películas llenas de tipos duros, tiroteos, chicas guapas, vida de perros, gente buscando oro, y muchos otros conceptos que, a pesar de ser interesantes para un guión, han sido explotados hasta el infinito, y que no aseguran que vayas a hacer una buena inversión de tiempo viendo una película. Sin embargo, directores como John ford, Sam Peckinpah, Clint Eastwood, y otros maestro que lamentablemente no acierto a recordar, nos han dejado grandísimas obras, imposibles de superar por las nuevas ejemplos del género en la actualidad.
Pero sin duda, y muchos estarán de acuerdo conmigo, los westerms más míticos, con algunas escepciones, han llegado de la mano del señor Sergi Leone. Aparte de su afamada trilogía, "hasta que llegó su hora" reune en 2 horas y media de lo mejor que he visto en el cine de todos los tiempos. La memorable escena inicial, esperando en la estación los tres bandoleros, es de impagable manufactura, así como el duelo final, como si de dos samurais en lucha de espada se tratase. Malos sin alma, y mujeres de belleza imposible (con una Claudia Cardinale que hechizada hasta sudando) acompañan a un Charles Bronson nunca visto, y que hace que lo acabes recordando a la misma altura que el predicador del "Jinete pálido" con el que nos deleitó Clint Eastwood.
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