miércoles, 27 de marzo de 2013

THE HUNT ("La caza")



Título original: "Jagten"
Duración: 111 min
Año: 2012
País: Dinamarca
Director: Thomas Vinterberg
Guión: Thomas Vinterberg, Tobias Lindholm
Música: Nicolai Egelund
Reparto: Mads Mikkelsen, Alexandra Rapaport, Thomas Bo Larsen, Anne Louise Hassing, Lars Ranthe, Ole Dupont, Susse Wold


     Lukas es un profesor de una escuela infantil de un pequeño pueblo de Dinamarca. Tras un matrimonio infructuoso, intenta rehacer su vida, recuperar a su hijo y comenzar una nueva relación con una mujer de su trabajo. Sin embargo, una inocente declaración de una de sus alumnas desencadenará un completo infierno para Lukas, que será aislado por todos sus vecinos.


   El festival de Cannes del 2012 no será recordado por un gran aluvión de interesantes películas, si no que, como ocurre muchas veces, el espíritu experimental de los jueces, que a veces deberían mostrar un test psicoanalítico para la capacidad de crítica, selecciona películas a su juicio transgresoras y novedosas, que incitan a la alabanza de prolongados silencios, tortuosos planos estáticos o aborrecibles diálogos acerca de la nada. Sin embargo, Cannes sigue siendo el mayor escaparate anual de cine del mundo, por ello si el festival es decepcionante no podemos esperar mucho del año en concreto. A pesar de ello, el último festival dejó dos excelentes joyas de obligada visión, una de ellas fue la premiadísima "Amour" de Michael Haneke, y la otra es "The Hunt" de Thomas Vinterberg.

   El director danés ya destacó en su día con la excelente y dogmática "Celebration", donde indagaba en las entrañas más oscuras de una familia de bien, buscando en los traumas infantiles de su protagonista durante una celebración familiar. Como Haneke, se especializa en sacar lo más sangrante de la humanidad a la luz y en "The hunt" saca a relucir uno de los temas más escabrosos que golpean al ser humano, la pederastia. Tal es la fatalidad del crimen, que la mera mención de acusación provoca una inmensa repugnancia y condena del acusado, cuya sobra quedará manchada para siempre, culpable o no. Este aspecto es tremendamente importante, ya que las simples palabras de una cría, que no sabe lo que hace, desencadenan una caza de brujas automática contra el señalado. El rechazo instantáneo es absoluto, reduciendo a la nada a la persona marcada, sin necesidad de pruebas más que las tímidas palabras de una niña.

   El director tensa hasta lo inquietante el ritmo de la película, haciendo que su personaje caiga al vacío sin remedio, sufriendo situación incómoda tras situación incómoda, defendiendo la inocencia de su protagonista desde el inicio, pero que juega con el espectador instaurándole la duda en la cabeza en los momentos de clímax argumental. El escenario no podía haber sido mejor elegido, ya que no existe escapatoria posible en medio de un tranquilo pueblo de Dinamarca, lejos de las facilidades de una gran ciudad donde perderse es cosa fácil, lo que provoca que cada una de las cabezas pensantes que te rodean te conocen, saben donde vives, hablan de ti, te prohíben la entrada en sus tiendas y acosan tu morada.

   La buena factura de la película tiene doble mérito debido a la dificultad de abordar semejante tema. Un personaje pedófilo es desde luego el menos carismático de todos, haciendo difícil su aceptación por parte del público, algo que consiguió con cierto éxito Nicole Kessell en "El leñador", donde tiró de cierto buenismo para conseguir que Kevin Bacon no fuera el mayor representante de Satanás en la Tierra. En aquella película, a pesar de lo engorroso del tema, el riesgo argumental se corría en puntuales ocasiones, templando el ambiente durante el resto del metraje. En esta ocasión, Vinterberg maneja a la perfección la psicología del espectador, haciendo que empatice con un personaje que parte de la inocencia (no así en la película de Kessell), compartiendo con el público cada uno de sus sufrimientos. También consigue, no obstante, reflexionar sobre la reacción de los personajes secundarios, totalmente natural por otra parte, ante acusación de semejante gravedad, planteando la incómoda posibilidad de ponerse en la misma situación. La falta de pruebas, la necesidad de proteger a los niños, la presunción de inocencia, son todos ellos temas escandalosamente complejos que hacen de la duda y la ignorancia popular los dueños de la pantalla. Algo muy parecido a lo que pudimos ver en la excelente "La duda", en un mítico duelo interpretativo entre Philip Seymour Hoffman y Meryl Streep.

    El trabajo de Mads Mikkelsen es más que notable, ataviado con pintas de profesor gafitas, el esbelto actor danés deslumbra con una sólida y convincente interpretación, controlando a la perfección serenidad y rabia en los momentos importantes de la película. Este actor, que empieza poco a poco a hacer ruido, es de recomendable seguimiento, ya que todas y cada una de sus interpretaciones (pasando por el malo de "Casino royale") merecen su merecida atención, habiendo trabajado ya con notables directores de su país, véase Susanne Bier, Nicolas Winding Refn o el propio Vinterberg, nombres que se escriben con mayúsculas para los que tienen un poco de gusto.

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