OBLIVION

Título original: Oblivion
Año: 2013
Duración: 126 min

Director: Joseph Kosinski
Reparto: Tom Cruise, Olga Kurylenko, Zoe Bell, Morgan Feeman, Nikolaj Coster-Waldau, Melissa Leo
Guión: Joseph Kosinski, Michael Arndt, Karl Gajdusek (Cómic: Joseph Kosinski, Arvid Nelson)

Música:  Anthony Gonzalez, M.8.3, Joseph Trapanese
Productora:  Universal Pictures / Chernin Enterntainment

     La Tierra ya no existe como la conocemos. Tras la invasión extraterrestre la civilización conocida a quedado reducida a escombros. La guerra requirió el uso de armas nucleares, otorgando la victoria, pero la consecuente destrucción del planeta. La humanidad superviviente se haya en TITÁN,  satélite de Saturno, y en la Tierra ya sólo quedan dos personas, que vigilan el aprovechamiento de los recursos que quedan en el planeta.

    La ciencia ficción puede ser el recurso perfecto para crear algo original, nuevo, fascinante y espectacular que de fruto a todo tipo de cultos y adoraciones; o bien puede ser el primero de los recursos que la industria comercial utilice para crear basura llena de luces, preparada para reventar la taquilla. Salvo ciertas excepciones, la presencia del protagonismo de Tom Cruise apunta siempre más hacia lo segundo que lo primero. No obstante, sin saber muy bien porqué, llevaba un tiempo con cierta curiosidad por esta nueva producción, atraído por algún tipo de extraña sensación por encontrar algo apreciable entre los deshechos comerciales. 

   De entrada, su protagonista parece ofrecer acción a raudales, justificada o no, que haga temblar los altavoces de la sala. Muchas de sus últimas películas así lo avalan. Sin embargo, olvidamos que Cruise es responsable de algunas interesantes películas de ciencia ficción, como "La guerra de los mundos", y de alguna joya como "Minority report". Con la duda, acudo al cine otorgándole el justificado beneficio de la duda. Tras los títulos de crédito, la voz en off del propio Cruise nos comienza a relatar los hechos acontecidos hace 60 años. En lugar de ofrecernos las típicas imágenes que relaten las historia, rodeadas de kilos de acción, la presentación ofrece apacibles planos de una Tierra desolada, virginal, con escasos vestigios de una antigua civilización destruida, en donde ya sólo quedan unas inmensas refinerías de agua en medio del océano. La fotografía, vestuario y decorados se ponen de acuerdo para ofrecer colores apagados, repletos de blancos y grises que le dan un aspecto entre futurista y desértico a las imágenes.

    La primera media hora transcurre correctamente, entre el embelesamiento de las imágenes y la ausencia de errores obvios, la primera valla se salta con facilidad. A partir de aquí comienza a hilvanarse una delicada trama que viene siendo el gran obstáculo a esquivar. Aquí, un aficionado a la sci-fi, que se haya visto películas como la reciente "Moon", o joyas del género como "2001" se darán cuenta de que el argumento, para su decepción, no va a aportarles nada nuevo. Todo les va a sonar. Podrán pasarse el rato pensando en qué película han visto algo parecido. Sin embargo, no teman. Una vez descartado el hecho de que no va a ser una nueva y revolucionaria obra maestra, todavía no hemos dicho que tengan que escapar del asiento. Puede que "Oblivion" beba todo su ser de otras obras, sin embargo, el que bebe debe hacerlo con cabeza y moderación y así lo sabe Kosinski, manejando de forma audaz los diferentes giros de guión que nos ofrece la historia. Este pequeño juego con el público mantiene el atractivo de la película hasta sus final, salvando la típica ojeada de reloj que ocurre en los bodrios usuales.

    También hay que decir, que no hay película comercial que se precie si no tiene pastel, y esta, desgraciadamente no iba a ser menos. Y digo desgraciadamente porque los que hayan visionado la película habrán notado que, a pesar de que se mantiene, al film le sobra una media hora de metraje que le hubiera dado mayor dinamismo y fluidez. Lo peor es que este metraje lo gasta en introducir al protagonista en su típico idilio amoroso, donde juega su papel la hermosa Olga Kurylenko. El personaje de esta señorita, enganchada a la trama principal desde el inicio, estorba en todo momento en la trama. La peor de las justificaciones para la trama y desarrollo del personaje principal es exactamente el personaje de la rusa. Seguramente se podrían haber encontrado mil y un giros de guión que le dieran la misma solidez al argumento que esta señorita, pero claro, había que meter tomate. Un borrón en el texto, que le hace perder algo de credibilidad, ya que los líos amorosos requieren minutos, y en este caso el calzador es lo único que permite meterlos en la película.

   El resultado final, a pesar de los errores, es al menos pasable y entretenido. Una pequeña justificación para acudir al cine un Domingo y pasar un buen rato, a pesar de que será una historia que puede que dentro de unos meses no recuerden. Aún así, otras películas de no más calidad alcanzaron la cumbre de la ciencia ficción, todo depende del colorido (y si no vean "Avatar").