miércoles, 28 de mayo de 2014

EL ROMPENIEVES (Snowpiercer)


Título original: Snowpiercer (Le Transperceneige)
Director: Bonj Joon-ho
Guión: Bong Joon-ho, Kelly Masterson (Cómic: Jean-Marc Rochette, Jacques Loeb)

Música: Marco Beltrami
Fotografía:  Kyung-Pyo Hong
País: Corea del Sur

Reparto: Chris Evans, Song Kang-ho, Tilda Swinton, Jaime Bell, Octavia Spencer, Ewen Bremer, Ah-Sung Ko, John Hurt, Ed Harris

   
       El planeta se ha congelado. Los intentos por frenar el cambio climático y enfriar la Tierra han provocado que la sustancia liberada sobre la atmósfera desencadenara una extrema glaciación en todo el mundo, volviendo el entorno inhabitable para cualquier ser vivo. Sólo unos pocos han podido sobrevivir, aquellos que fueron capaces de subirse al "Rompenieves", un tren de lujo autoabastecido que circula sin parar por todo el mundo. Pero en su interior no todos tienes los mismo privilegios, la estratificación desde los vagones de cola hasta la locomotora hace que las desigualdades del anterior mundo se reproduzcan en el tren.



       Los mundos post-apocalípticos llevan unos cuantos años de moda. Bien por invasiones "zombie", catástrofes naturales, rebeliones de máquinas o simplemente la falta de recursos. Bong Joon-ho ya se aventuró en su obra en la ciencia ficción con la exitosa "The host", original película sobre el ataque de un monstruo sobre una ciudad. Pero previamente ya se había se había dado a conocer con un acertado e inquietante thriller llamado "Memories of murder", donde se llevo el beneplácito de crítica y público. Ahora, equipado con un poco más de fama y dinero se embarca en un ambicioso proyecto adaptando un antiguo cómic francés publicado por primera vez en los años 80, cuya adaptación al cine ya ha obtenido un gran éxito en el festival de Sitges.

    El director surcoreano utiliza el mismo planteamiento que la antigua novela gráfica, pero cambia la sustancia interna del tren, planteando una gran revolución en lo que queda de mundo que provocará un enfrentamiento directo entre los vagones más pobres (los de cola) y el régimen dominante (vagones delanteros). De esta forma, la película es un periplo en donde nuestros protagonistas viajan hacia la otra punta del tren rodeados de batallas, sangre y destrucción en cada nuevo vagón que visitan. Joon-ho convierte la historia inicial en un film de acción de vistosos efectos, juegos de cámara y gran agudeza visual que mantiene al espectador pegado a la pantalla desde el inicio al desenlace. 

     El drama filosófico se plantea desde un inicio, donde la comparación entre la sociedad establecida en el tren y la actual presentan obvios símiles, estableciendo la crítica al sistema que las películas de ciencia ficción de antaño solían traer asociada. No es la primera película que aborda la distinción de clases, como la decepcionante y reciente "Elysium", la interesante adaptación de "1984" o incluso la mítica "Metrópolis". El director coreano se rodea además de un extraño elenco de actores, combinando cine oriental y americano, en donde encontramos a gente tan dispar como John Hurt, Ed Harris, Tilda Swinton, Jamie Bell, Chris Evans, Ah-Sung Ko o su actor fetiche Song Kang-ho ("The Host" y "Memories o murder"). El caso de Evans es verdaderamente curioso ya que, conocido por encarnar al Capitán América, se encuentra realmente cambiado en este film, presentando un aspecto lejos del carácter juvenil o infantil reflejado en otras de sus películas, por lo que, aunque no sea un papel para el lucimiento, puede que merezca seguirle más la pista (Al parecer embarcado ahora en la aventura de dirigir). Sin embargo, a pesar del gran peso del reparto, el guión de la película no presenta tantas agudezas como para hacer brillar a cada una de sus estrellas. El caso es que al renunciar al tono pesimista del cómic original, la película a terminado por renunciar también a la profundidad, dureza y acierto del guión original del cómic. 

     La película de "El rompenieves" cumple con los propósitos de quién buscaba algo nuevo y fresco en esa categoría a veces tan saturada como es la ciencia ficción. Sin embargo, a pesar de constituir un sólido resultado, fracasa en el momento en el que abandona el arte y se deja llevar por el convencionalismo en favor de buscar un mayor botín en taquilla, me temo. La película aprueba en planteamiento, efectos y ritmo, pero suspende en el momento en que abandona la posibilidad de conseguir ser algo más. La prueba más contundente de ello la constituye el flojo final elegido, muy lejos de la bofetada en la cara que suponía la novela gráfica, optando por un flojo conflicto moral y una resolución de cuento de niños que deja por los suelos toda la moraleja y mensaje final que venía ofreciendo la historia ilustrada en el cómic. La obra de Rochette y Loeb parte de un holocausto nuclear (fruto de los miedos de los años en los que fue escrita) sin posibilidad alguna de recuperación, mostrando a una humanidad completamente derrotada, en donde el pesimismo rodea tanto vagones ricos como pobres, y los problemas morales y filosóficos se abarcan mucho más que lo visto en la película. La religión, el valor de la vida, la búsqueda de supervivientes, y otros muchos temas se han dejado de lado. En sustitución se introducen elementos de lucha y acción que realmente no tienen sentido en una sociedad supuestamente reducida a unos pocos cientos de personas.

   Por lo tanto, esta original propuesta del director de "The Host" satisfará a todos los amantes de la ciencia ficción, los mantendrá entretenidos durante casi dos horas, y les servirá para encumbrar a su nuevo director coreano favorito. Sin embargo, aquellos que hemos tenido el privilegio de poder leer el cómic original, disfrutaremos del espectáculo visual, pero no podremos ignorar un pequeño sentimiento de decepción pensando en aquello que pudo ser y no fue.







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